CARÁCTER DE ESPACIO
“… El pabellón helicoidal de madera era un espacio etéreo, bañado de forma irregular por la luz y cuyas costillas
proyectaban sus sombras impredeciblemente consiguiendo que el visitante
perdiera algo la dimensión del lugar ya que sus límites se hacían difusos…” (El
Mundo 07/03/2012: La Caracola de Toyo Ito) “…Estaba llamado a ser un referente
de la arquitectura de vanguardia…” (El Pais 01/04/2010: Un edificio del
arquitecto japonés languidece en Torrevieja)
¿Podemos otorgarle unos valores y cualidades a un edificio sin
terminar? ¿Podemos adelantarnos a planteamientos futuros de ocupación del
espacio para suponer comportamientos humanos? (seguir leyendo)
Todas las cualidades otorgadas al proyecto desde el deseo de
habitar el espacio, no pueden ser entendidas como un ente aislado del entorno,
sino todo lo contrario. La complejidad que presenta cualquier trozo de ciudad
nos obliga a analizarla sin priorizar comportamientos futuros a los de la
ciudad existente. La omnipresente afirmación de Le Corbusier “A house is a
machine for living in…” debemos intercambiarla
por la de “Space is the machine”
de Bill Hillier, ya que el carácter icónico de la obra no supone un polo de
atracción lo suficientemente consolidado como para alterar el entorno
espacio-social.
La ocupación y uso del espacio deben ser factores analizados en el
desarrollo proyectual inicial, pero a pesar de ello pueden llevar implícitos
alteraciones posteriores que discurren más allá de toda interpretación
objetiva, afirmación que de forma similar podemos encontrar en los escritos de
Toyo Ito tal como “… distancia que existe entre el espacio que diseña el
arquitecto y el espacio producido a partir de la experiencia de la gente
común…” Alteraciones de las experiencias posteriores de los usuarios, son las
que encontramos en el distrito financiero de Hong Kong, donde todos los fines
de semana se reúnen multitud de trabajadoras filipinas en los espacios que
discurren por debajo de las altas edificaciones que conforman la morfología del
lugar. Este trabajo de investigación realizado por Marisa González nos muestra
como pueden insertarse nuevas políticas de ocupación del espacio, como un
ejemplo de la antítesis del planteamiento de ocupación de un lugar.
1 Filipinas en el distrito financiero de Hong Kong por Marisa González |
La propuesta se aleja de la trama urbana actual, pasando a ser un
mero edificio objeto diseñado como atracción turística de un espacio natural,
pero esa equidistancia debe ser necesaria para dejar de ser un elemento tan
invasivo en el entorno monocromático en el que se encuentra. Nos encontramos
delante de una extensión de la no ciudad, y al mismo tiempo delante de un reto
de transformación desde todos los vértices del concepto de sostenibilidad, tal
y como aboga Francesc Muñoz en sus planteamientos de intervención urbana en las
ciudades dispersas. Pero los aspectos formales de la propuesta no deben confundir
al usuario al intentar presentarle una realidad idealizada como intento de
mejorar la dispersión existente, no debería concebirse como estructura comercial
desde el punto de vista arquitectónico.
“… el
significado había de comunicarse no mediante la alusión a las formas
previamente conocidas sino mediante las características fisionómicas…”(Aprendiendo de las Vegas)
Sin embargo la composición formal sostiene un simbolismo
caracterizado por geometrías encontradas en la naturaleza, pero con una alusión
preferente de formas conocidas, lejos del simbolismo empleado por Le Corbusier
en Ronchamp donde la metáfora es más débil en su traslación formal. Esta asimetría
con la realidad distancia al espectador en su búsqueda de la iconografía
natural, pudiendo conseguir de este modo una mayor variación interpretativa de
la obra.
Esta translación literal de un objeto natural, “tres
caracolas varadas al sol” como en tantas publicaciones de forma similar se ha
presentado, y posiblemente introducido desde un punto de vista subjetivo
inducido también por el nombre de la intervención (Parque de la relajación de
Torrevieja), puede introducir en el discurso de la obra terminada agentes
artificiales para una arquitectura comercial, un claro ejemplo de ello lo
encontramos en el catálogo de IKEA y en la traducción titulada IKEA
Disobedients que Andrés Jaque ha realizado del mismo. En su traslación a la
realidad, justifica que ikea disobedients puede no ser soleado, no estar
formado por personas rubias, ni exclusivamente jóvenes, ni únicamente sanas y
productoras de niños.
2 Ikea Disobedients por Andrés Jaque (Izq.) Parque Natural de l'Albufera de Valencia (Dech.) |
La situación actual nos aleja la posibilidad de
plantear estudios sobre el comportamiento social de la intervención terminada,
pero no nos impide el planteamiento de situaciones urbanas futuras. La
implantación de un objeto simbólico como herramienta de atracción turística nos
induce a plantearnos si la arquitectura icónica contiene la suficiente autoría
para ser reclamo de más alteraciones del entorno natural. Lejos de presentar
una opinión iconoclasta podría dar pie a introducir más acciones simbólicas
como justificación urbana.
La actualidad le otorga a la obra el distintivo de
ruina contemporánea, con similares características al Hotel Palenque que nos
presentó Robert Smitshon en uno de sus viajes, pero sin la connotación de una
alteración del presente inmediato.
Carles Faus Borràs
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