Museo ABC. Centro de arte / dibujo / ilustración
C/ Amaniel, 29-31, Madrid
“La Arquitectura es una mezcla de NOSTALGIA y ANTICIPACION, una coexistencia entre la historia y la vanguardia”.
(JEAN BAUDRILLARD)
El proyecto de rehabilitación del edificio se encargó al equipo de arquitectos Aranguren & Gallegos. www.arangurengallegos.com
El nuevo Centro ABC de Dibujo e Ilustración, surge con una voluntad de ser un referente artístico a nivel internacional y también un símbolo de la oferta cultural de Madrid. Su instalación en el edificio de la antigua fábrica de la calle Amaniel, tenía que responder a una adecuada intervención en un edificio histórico, pero sin renunciar a expresar un carácter de centro contemporáneo con una oferta cultural y artística diversa vinculada con las instituciones más vanguardistas de nuestro contexto. La edificación preexistente tenía un posible doble acceso desde dos calles que las conectan con un patio interior.
Uno de los accesos, el de la calle Amaniel, se producía bajo un cuerpo edificado longitudinal de una planta de altura que cerraba el patio interior hacia la calle.
Desde este frente planteamos la puerta principal de acceso al nuevo Centro ABC. Para ello, se reestructuro el mencionado cuerpo longitudinal como una gran “viga” de vidrio traslúcido que opera como dintel de un hueco de paso hacia el patio interior. En su interior se aloja la cafetería, y bajo ella, a través de un suelo de vidrio sobre el que se accede al patio, toma luz la planta sótano del nuevo centro.
Para crear un espacio o “atrio” de la nueva institución, que le permite expresar su carácter contemporáneo y moderno, se propuso, en la solución presentada, utilizar el patio interior como ese espacio, antesala de acceso al edificio y vestíbulo previo al ingreso al interior del mismo.
El mecanismo arquitectónico utilizado para obtener el objetivo mencionado se basa en la creación de un “vacío tensionado”, un “diedro espacial” formado por el plano horizontal del suelo del patio y el plano vertical de la fachada interior de la antigua fábrica.
Se construyeron ambos planos horadados los dos por similares huecos triangulares, suministradores de luz al interior de los espacios que sirven.
Con ello se genera un “espacio ingrávido” a caballo entre lo real, lo imaginario y lo simbólico.
Como un “gran imán” nos atrapa y transporta, con un determinado poder de seducción hacia el interior de la nueva institución, provocando a la vez curiosidad, ansiedad y placer al visitarla.
El programa de una institución como es el Centro ABC ya es un reclamo atractivo, pero ¿por qué privar de un cierto grado de seducción a los espacios que lo acogen?
Construir en algún momento un espacio con un marcado carácter escenográfico, no es renunciar a saber dosificar qué sensaciones se quieren provocar para marcar la identidad del nuevo centro.
No hemos de olvidar que “alcanzar la sencillez y abstracción es un proceso tremendamente complejo”, como bien decía Mies van der Rohe. Cuanto más sencilla parece una cosa por fuera, más oculta cosas infinitamente complejas en su interior.
La última operación en el exterior del conjunto consiste en crear una “barra de luz” sobre la cubierta de la antigua fábrica. Su construcción pretende resolver los espacios de acogida de maquinaria de instalaciones, ya ubicadas en la actualidad en este lugar; alojar un espacio de trabajo y lectura luminoso sobre la ciudad, e identificar desde el centro Conde Duque a la Fundación ABC como una “nueva linterna” en la ciudad.
Fuente: ARQA.
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